Ayer hablaba con el camarada PB sobre la Navidad. A él no le gusta mucho, dice que es una putrefacta mezcla entre papanoelismo y… Yo le decía que a mi me gusta.
En mi casa la Navidad no se celebra como tal desde la muerte de mi abuelo José, pero aún así me gusta. Quizás sea por el recuerdo que tengo de pedir a mis padre que pusieran unos chupitos de anís y unas galletas para los camellos y los Reyes Magos, probablemente también ayude el recuerdo que tengo del garaje (garazgo o estacionazgo) de coches de Moby, de los primeros altavoces de 100W que me llegaron (y vive Dios que exprimí bien los 100W)
Ahora la Navidad para mí es una época en la que mis padres suelen cerrar el bar durante una semana y, si podemos o pueden, se suelen hacer unas minivacaciones (este año solo las toman ellos), mi tía Rosa vuelve a casa para pasar las navidades, mi abuela se dedica a hacer torrijas (que regala al Maki, amigo de la familia, y a Carmelo, hombre que se quedo viudo y que como tal anda un poco perdido en estas fiestas), recibo mensajes al móvil felicitándome las fiestas,…
En definitiva, quizás dentro de unos años, cuando yo deba saludar a la gente que no me cae bien y hacer regalos que no me apetece hacer quizás si piense que la Navidad esta llena de farisaísmo, pero a día de hoy, la Navidad me parece una época bonita, quizás más por lo que fue y quiero que sea que por lo que es.
Diego, disfruta de las broncas de tu padre en la tarde de Nochebuena, las tradiciones (siempre y cuando respeten las libertades individuales) suelen ser bonitas y eso lo deberia saber un historicista y organicista como eres tú.
Por cierto, hay mucha gente que ciertamente en Navidad lo pasan mal, recordando a sus seres queridos que ya no están, yo creo que el dolor por la ausencia puede compensarse con los recuerdos y el balance de la vida del ausente. Además, el recuerdo y el sentimiento de ausencia no son tan malos, simplemente son parte de la vida. Disfrutemos de sentirnos humanos. Y si gracias al capitalismo exacerbado solo somos capaces de hacerlo en Navidad, hagámoslo ahora.
NOTA: Hijos de puta los que reniegan de la Navidad sin motivos, solo por hacerse los guays.
NOTA 2: Hijos de puta los que reniegan de la FAMILIA, la institución más bella y la única que nadie podrá cargarse.
NOTA 3: Como es habitual, escribo según me brota, por lo que pido perdón por la falta de claridad expositiva y demás errores de los que adolece mi prosa.