De vuelta de todo

El blog de un joven que cuenta lo que le viene a la cabeza, casi siempre cosas que le enfurecen enormemente.

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sábado, julio 09, 2005

El boli de tinta roja

Estoy malo. No me voy a ir de vacaciones. No voy a intoxicarme con etanol, como es habitual (Mamá, si me estas leyendo, es broma, tu sabes que yo casi ya no bebo cervezonas). No me importa.

Hoy es sábado, el día de la fiebre nocturna, el día del Sexo Seguro y Gratuito. Este sábado, voy a aprovechar para ver “Rebelde sin causa” o para empezar el libro de H. Miller “Trópico de Cáncer”.

Otra cosa, creo que no valgo para heroinómano. Estos días he consumido opiodes, es decir, que fármacos cuya estructura es similar a la del opio. Estos fármacos me han provocado un completo estado de groggiedad. No me gusta estar groggie. Estaba en la cama, tumbado, oyendo la radio y no era capaz de saber lo que decían… para mi todo era confuso, estaba en estado catatónico y solo salía de el cuando empezaban los anuncios (En la COPE con mucha frecuencia). Cuando uno esta borracho, haces cosas que no sueles hacer de sereno, pero las haces tú, con estas pastillas no era yo, además, no se porque sentía que mi habitación estaba llena de gente, la cual me hablaba y con la cual yo hablaba.

Si mañana me encuentro bien quizás todavía pueda irme a Murcia, pero no me encuentro nada bien para meterme entre pecho y espalda 8 horas de viaje.

Hoy me quedo en casa y realmente no me importa tanto. Bien es cierto que el miércoles ya me desfogue un poco.

Beni y Mono están en “sanfermines”, es decir, socialmente es reprobable que no maten varios miles de neuronas y cientos de células hepáticas.

Le he dado la dirección de mi blog a mi fisioterapeuta, voy a tener que abstenerme de describir como son las torturas que en rehabilitación me infieren. He dicho.