De vuelta de todo

El blog de un joven que cuenta lo que le viene a la cabeza, casi siempre cosas que le enfurecen enormemente.

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viernes, diciembre 17, 2004

La pelu

Hoy he ido a ese templo de la cultura estética, a la peluquería. Todas las peluquerías tienen ese componente de templo del cuerpo y el peluquero es el sumo sacerdote… pues imaginaros una peluquería regentada por dos “chapujas”, aquello era un templo del hedonismo. No quiero hablar de los gays, todos sabemos que van contra natura. Pero bueno, estaba en su territorio y tenia que ser tolerante. Después de que una rubia despampanante con unas tetas muy importantes (Benito, si lo lees… menudas orejas) me limpiara el pelito y luego me diera un masaje en el cuero cabelludo (Nota mental: Hacer un estudio sobre la posible situación del punto H en el cuero cabelludo), llego el momento clave… LA PREGUNTA. Todos sabemos que es la pregunta, ese momento en el que el peluquero se pone detrás de ti (si el peluquero es gay… es muy peligroso) y te pregunta ¿qué hacemos?, realmente quiere decir: “el peluquero soy yo, dime una cosa y yo haré lo que me brote”. Todos sabemos que soy un poco macarra, me gusta la moda macarra, me gusta llevar cresta, la he llevado y la llevare, y hoy quería llevarla, por lo que se la pedí… y el me contesto: “a tu pelo no le queda bien, además eso YA NO ES MODA” Imaginaros como acabo la discusión, me ha cortado el pelo como a él le ha brotado, me dijo que a mi cabeza, que tenia una nuca muy perfecta, le vendría muy bien un rapado, pero que era un corte de pelo muy atrevido, para gente atrevida… los que me conocéis sabéis que yo soy una persona bastante irracional, pero que lo peor que se me pude decir es: “no hay cojones”, y el gay lo dijo, solo que insinuando que no era atrevido. En definitiva, estoy en casa por la noche, escribiendo este post y parezco recién sacado de la peli “American History X”

Otra cosina, después de cortarme el pelo, me pase a saludar a mi querida Beny, hemos estado en el Lord Byron tomándonos unas cervezas y comiendo yo unos kikos, os recuerdo: “Si bebes cerveza y comes kikos y estas delante de la tia que te mola, procura no eructar” Todos sabemos que el eructo de cerveza y kikos es un arma de destrucción masiva solo comparable con el calimocho del maui cuando tienen rota la nevera.